[Mes retrouvailles 2014 - 2015]

Retrouvailles. (French):  
The happiness of meeting 
again after a long time. 
La felicidad que producen 
los reencuentros... 
para mí es algo imprescindible 
que da la amistad. 

El amor de nuestras amigas y amigos nos carga de energías así como la familia y los viajes. Y si se mezcla todo se crea una alineación perfecta.

Hace poco tuve la oportunidad de conjugar las tres, salí hacia mi lugar favorito en la tierra: París a visitar a mis amigas que son con mi familia. Algo que denominé Retrouvailles.

El primero fueron mis lentes favoritos. Los perdí y los anduve buscando por más de un año y ahí estaban en el aeropuerto, esperando por mí y, es cierto fue una pérdida, pero los compré en oferta, todo indicaba que sería un buen viaje, un buen inicio. 

El segundo fue mi amiga Elsy, quien me dio posada en Rennes casi por 4 meses. Nos conocimos 7 meses antes y una semana bastó para reconocernos de vidas pasadas. Nos hemos seguido viendo cada vez que se ha podido y siempre la amistad se hace cada vez más fuerte y ahí vamos dándonos ánimos y regaños para seguir.

El tercero fue París.

Amo esa ciudad. Tiene algo mágico, algo como que me embruja y atrapa. Es tan hermosa, tan bella, tan seductora, es un relajo a veces, pero sus calles, monumentos, historia son absorbentes. Es un lugar inspirador, con tanta energía artística. Hace más de un año le escribí su propio RetrouvailleComo dice Audrey Hepburn en Sabrina Paris is always a good idea. O Humphrey Bogart, Rick, en Casa Blanca We'll always have Paris. Por su parte Ernest Hemingway dice There are only two places in the world where we can live happy: at home and in Paris.

Luego, el cuarto retrouvaille fue mi Ana, mi Ale. Gracias a ella también, pude quedarme en Rennes  y también compartimos mucha complicidad, la fête de la musique, sueños y locuras. Qué alegría fue verte, amiga, 10 años después, con tu pequeño Ryan. Una cosita linda.

Rennes fue el 5to. Esa ciudad que me dio la bienvenida, que me permitió conocer no solo a mis amigas salvadoreñas, sino a gente maravillosa con las que compartimos el escenario. Sí, hice Grease. Pero era 2005 y no había tantos smartphones :D No hay registro.

El camino de los retrouvailles seguía. Y fue en Brest, primera vez, que me reencontré con mi gran amiga Norma. Años de no vernos, años previos de aventura, de viajes, de consejos, de cariño, de taparme mis aventuras, de "abuelitas". Qué rico verte, mi niña. Y verte tan bien.

Mis reencuentros me llevaron a mi Desirée amada, a ma belle en Poitiers. Una amiga en común siempre dice que pasar tiempo con las y los amigos es dedicarse tiempo a uno mismo, nunca mejor dicho. Caminar por esa bella ciudad, del brazo de ma belle y desnudar el alma en una serie de confidencias y consejos, cargar energías, cuidarse mutuamente, verse a los ojos y reconocerse fue mágico. Un respiro para iniciar el año. Y claro, el recibimiento de Nico y el hecho de encontrar nuevos amigos hicieron de Poitiers entrañable.

Lo bueno que los retrouvailles nunca terminan y se pueden repetir cuantas veces sea necesario. Así que vamos a planear ya los nuevos... y a lo lejos por la ventana se cuelan las notas de la vie en rose.





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