[33 historias de infancia: h2 mi hermana y yo somos gonnies]

Este finde me enteré que TCM está celebrando sus 10 años y pasará 30 películas a las que ha denominado "parte de tu vida". Mejor nombre no pudo tener, les aseguro que al menos 15 de ellas marcaron su vida. Ver la programación aquí.


La gatúbela de Michelle Pfeiffer perfeccionó mi visión de la femme fatale. Armagedón y el Guardaespalda son clásicos con sus canciones, quién no canta and Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii will always love ... o Leaving on a jetplane. Grease me remonta a mi madre, la veíamos juntos, y además actué en ella en un proyecto universitario en Rennes, Francia, -algo que había sido secreto hasta hoy-. The Breakfast Club se explica por sí sola. Flashdance un hit rompe esquemas, la inolvidable escena del agua cayendo sobre la protagonista ha sido replicada miles de veces. León me parece perfecta en todo aspecto y así todo el mes está lleno de grandes producciones.


La que inspira este post es The Gonnies: una historia de chicos en busca del tesoro del pirata. A los 11 años quién no sueña con encontrar uno y hacerse millonario, es como encontrar unos padrinos mágicos pero sin magia. Además hay romance adolescente, todos son amigos de la colonia que salen en su bicicleta y buscan aventura... sí, un súper insight. Todos soñamos con eso.


Recuerdo haberla visto y me emocioné obviamente, quería salir corriendo al día siguiente a la playa, pero no tenía la edad. 


A los meses la anunciaron de nuevo, yo la estuve esperando y de aquellas cosas raras mis papás dejaron que mi hermana de 6 años se quedara despierta y viera conmigo la película. En aquel momento no éramos tan amigos, los años de diferencia se sentían y peleábamos mucho. Ese día la aventura nos unió.

Empezó la película, los dos en pijama nos tiramos al asiento de un carro o pick up o microbús que usábamos como sofá en aquel entonces. Llevamos almohadas y colchas para estar más cómodos. Cuando mis padres se fueron a dormir y dieron anuncios, nos levantamos y le conté mi "gran secreto" para ver pelis por la noche: nos preparamos un plato de leche con corn flakes.

La diferencia con el desayuno era la leche. Helada mantiene las hojuelas crocantes, tostaditas y con dos cucharadas de azúcar el mundo era perfecto. Sí siempre he sido postrívoro.




Esa noche mi hermana y yo reímos, departimos, gritamos y disfrutamos. Esa noche con los Gonnies y el corn flakes con leche helada nos hicimos amigos y cómplices. Creo que fue la primera vez que compartimos algo que nos unió. Por primera vez sentí que pude enseñarle algo, algo que era totalmente mío, mi secreto.

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