[la danza]

una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida fue practicar danza contemporánea, nada fácil, pero con mucha satisfacción lo poco que hice.


en danza, aprendí a conocer mi cuerpo, saber sus límites y limitaciones e ir más allá de lo que nos piden. y amé mi cuerpo, así con todas sus imperfecciones porque es sencillamente perfecto para comunicar sentimientos. aprendí que no existe la suerte, que para que un paso o un baile salga bien se debe practicar horas y horas, es decir, que solo trabajando duro, con empeño y pasión se logra subir al escenario.


aprendí que en grupo se baila mucho mejor, que no te dejan caer - bueno, sí la coreografía lo exige, sí, pero vamos todos al piso -, que te levantan, que seguimos el mismo ritmo y que un error individual se transforma en un error de grupo, por eso hay que saber hacer bien las cosas, con solidaridad, pensando en el colectivo.


aprendí que los mejores maestros son los que te muestran cómo hacer el camino y después te exigen que lo hagas igual o mejor.


pero lo más importante es que la danza te exige encontrar un punto de equilibrio y por más vueltas, caídas, saltos... ese punto no deja que nos perdamos y en la vida necesitamos un punto también, una meta, un sueño que a pesar de que nos caigamos, saltemos o demos vuelta, siempre vamos a luchar por llegar a ese punto.


¡feliz día de la danza!