[29 historias de amor: el reparador]

sentía una gran atracción por aquellos hombres que estaban emocionalmente indisponibles, esos que se podrían encontrar tirados en la calle de la amargura, esos con el corazón desmenuzado, a pues de esos se enamoraba.


los recogía, se los llevaba a su vida y se entregaba por completo a ellos. 


ahí con terapia de besos, abrazos, caricias, palabras dulces, canciones, arrullos, sexo, libros e historias los iba sanando poco a poco. 


a veces, cuando eran casos de muerte, les abría el corazón, lo limpiaba y buscaba minuciosamente la pieza que faltaba o la arruinada. entonces se sacaba esa misma pieza de su propio corazón, la ponía y lentamente, como engranaje de reloj, empezaba a latir de nuevo. lo limpiaba, lo cerraba y sellaba con un beso.


los pacientes poco a poco iban retomando las ilusiones, la fe en el amor, la esperanza. 


cuando se recuperaban, se levantaban, agradecían y se marchaban dejándole el corazón hecho pedacitos. esperaba que se quedaran para siempre a su lado, pero no había despertado más que una gran admiración y un agradecimiento profundo.


así continúo, reparando corazones hasta que perdió por completo el suyo.



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