[29 historias de amor: el compartido]
- ¿cuándo fue la última vez que se vieron?, preguntó después de lanzarle la bocanada de humo directamente a la cara.
- ayer... en la noche, respondió esquivando el ataque. - justo después de que te fue a dejar, agregó con tono irónico.
de inmediato las miradas se cruzaron para dispararse todo el odio y desprecio añejado por los años. sus vidas habían estado cruzadas en la útima década, se cruzaban en las fotos que subía a facebook, en los comentarios del muro, en el timeline de su tuiter, entre sus amigos. pero era la primera vez que se sentaban de frente, que cruzaban palabra.
- ¿y sabés quién lo hizo o crees que... titubió
- ¡no seás maje! ella no nos haría eso, le escupió y agregó para sus adentros: no nos dejaría. y volvió a darle un jalón al cigarro como si su vida dependiera de ello.
- ¿y quién te habló?
- el hermano, ¿y a vos?
- la mamá, espetó con orgullo y desprecio.
- siempre odié eso. ¡maldita sociedad! pero yo la hacía más feliz que vos. ella me lo dijo, conmigo hacía el amor, con vos... no me interesa y menos ahora.
- conmigo también lo hacía. no creas que lo nuestro era juego o pantalla del qué dirán. era real y nos íbamos a casar, a pesar de vos.
- yo sé. yo se lo propuse antes, pero como aquí está prohíbido, nunca me contestó. no se lo reproché, ella quería familia y estábamos lejos de poder adoptar. ¡maldito país de...
- aún me pregunto qué nos dio para aceptarle todas las condiciones, para que te aceptara a vos y vos a mí... dentro de lo que cabe digo, porque amigo tuyo no quiero ser.
- no sé qué nos dio, ni qué haremos ahora que no está.
se levantaron al mismo tiempo. se dieron la mano y una mueca dolorosa se dibujó en su labios. incluso pensaron en abrazarse porque ambos la habían perdido, pero era suficiente el dolor personal como para pensar en el ajeno y menos del otro.
salieron. ella agarró a la izquierda y él se fue a la derecha. en el camino llevaban claro dos cosas: lo que tanto les dio y que ella los había amado mucho.
- ayer... en la noche, respondió esquivando el ataque. - justo después de que te fue a dejar, agregó con tono irónico.
de inmediato las miradas se cruzaron para dispararse todo el odio y desprecio añejado por los años. sus vidas habían estado cruzadas en la útima década, se cruzaban en las fotos que subía a facebook, en los comentarios del muro, en el timeline de su tuiter, entre sus amigos. pero era la primera vez que se sentaban de frente, que cruzaban palabra.
- ¿y sabés quién lo hizo o crees que... titubió
- ¡no seás maje! ella no nos haría eso, le escupió y agregó para sus adentros: no nos dejaría. y volvió a darle un jalón al cigarro como si su vida dependiera de ello.
- ¿y quién te habló?
- el hermano, ¿y a vos?
- la mamá, espetó con orgullo y desprecio.
- siempre odié eso. ¡maldita sociedad! pero yo la hacía más feliz que vos. ella me lo dijo, conmigo hacía el amor, con vos... no me interesa y menos ahora.
- conmigo también lo hacía. no creas que lo nuestro era juego o pantalla del qué dirán. era real y nos íbamos a casar, a pesar de vos.
- yo sé. yo se lo propuse antes, pero como aquí está prohíbido, nunca me contestó. no se lo reproché, ella quería familia y estábamos lejos de poder adoptar. ¡maldito país de...
- aún me pregunto qué nos dio para aceptarle todas las condiciones, para que te aceptara a vos y vos a mí... dentro de lo que cabe digo, porque amigo tuyo no quiero ser.
- no sé qué nos dio, ni qué haremos ahora que no está.
se levantaron al mismo tiempo. se dieron la mano y una mueca dolorosa se dibujó en su labios. incluso pensaron en abrazarse porque ambos la habían perdido, pero era suficiente el dolor personal como para pensar en el ajeno y menos del otro.
salieron. ella agarró a la izquierda y él se fue a la derecha. en el camino llevaban claro dos cosas: lo que tanto les dio y que ella los había amado mucho.
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