[bajando dioses del olimpo]






cada pueblo explicaba los fenómenos naturales a través de la mitología. creaba historias fantásticas de seres inmortales, batallas épicas, romances inolvidables que afectaban directamente el clima, la geografía, incluso el paso de día a noche... en fin todo el entorno.


muchas veces hacemos de nuestra pareja un superhéroe o superheroína, alguien perfectamente perfecto, con virtudes infinitas y poderes ilimitados, los elevamos hasta convertirlos en dioses o semidioses. 

y lo que conseguimos, cuando los ::endiosamos::, es darles el poder para hacernos daño.

es decir, no veremos nunca sus errores, pasaremos por alto cualquier desplante, cualquier palabras, cualquier engaño... porque son perfectos y todo lo que hacen estará bien y además habrá consentimiento de nuestra parte. y si nos llegamos a dar cuenta de un pequeño error -por grande y grave que sea- estaremos dispuestos hasta a  defenderlo y justificarlo, porque es nuestro héroe salvador y tiene luz verde.

el problema también viene después cuando terminamos.

pensamos que el mundo se va a acabar, que no podremos vivir, que no tenemos más salvador, porque hemos hecho que sea nuestra imagen perfecta de amor y que nunca más vendrá alguien como esa persona, como ese dios que hizo el favor de fijarse en nosotros. quedamos desbastados e imposibilitados para amar, pues hacemos un duelo e insistimos y suplicamos porque nos vuelva a amar. se convierte en obsesión.

algunas veces empezamos a ver los errores de inmediato y también los magnificamos y pasan de dioses a demonios, aunque por dentro siempre queremos que se queden con nosotros.

al final lo que debemos buscar es una relación sana, una relación con humanos donde los errores no sean pasados por alto ni tampoco sean bombas atómicas que destruyan todo. sino que con moderación, y por supuesto todo es una negociación, para eso hay que hablar,  aunque nos dé miedo la respuesta.

no creemos fantasías en nuestra mente y empecemos a bajar a los dioses del olimpo.

Comentarios

  1. suele pasar...

    lloras, te amargas... luego te das cuenta que es un humano más, lo odias, luego ya no sentís nada... y seguís viviendo... con la salvedad de que "aprendés a no cometer ese error nunca más"...
    las personas son tan valiosas para nosotros, como nosotros queremos que sean... y nadie puede ser más valioso que uno mismo... (cuesta aprender esta lección... pero pues...se aprende!)...
    en fin...

    ResponderEliminar
  2. ese es el remedio exactamente: no pensar que nadie es más valioso que uno mismo... gracias. mejor conclusión no podía encontrar.

    sos lo máximo!!!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

y vos ¿qué pensás?

Entradas populares