[para la foto, sonría y diga ¡catarsis!]

"quiero tomarme una foto con vos,

bella, en blanco y negro,

imprimirla y ponerla en un portarretrato

para que cuando terminemos

tené por seguro que será lo primero

que estrellé en el piso"

no me molesta en absoluto las nuevas tecnologías, poder borrar una foto porque saliste con el ojo gacho o con la sonrisa torcida es una ganancia y subir solo las mejores a facebook o a cualquier otra red social. pero no hay nada como romper una foto de tu ex pareja o de tu ex amiga o amigo cuando se terminó la relación. 

escuchar el sonido del papel fotográfico desgarrándose, haciéndose trizas y chirajos mientras las lágrimas de cólera y/o tristeza van resbalando por las mejillas son incomparables. es un ritual liberador... aunque más adelante nos arrepintamos y tengamos que remendar con cinta adhesiva para reconstruir la foto.

pero qué papel más pasivo, en estos tiempos modernos, de sentarnos frente a la compu, quitar todas las fotos de facebook, borrar la carpeta y vaciarla. no hay nada de liberador ahí, por más fuerte que apretemos la tecla ::enter::

no hay nada como quemar las cartas y tarjetas que nos habían enviado, las flores secas que guárbamos, o cortar los peluches en un arrebato de cólera tal como lo hace michelle pfeiffer en su magistral papel de gatubela en batma return.

todos estos impulsos -hasta cierto punto sobre la línea de la locura- son maneras de explotar sin hacerle daño a nadie más que a nuestros recuerdos, liberamos dolor, nos despedimos de esa relación y hasta podemos dormir mejor entre los suspiros que quedan después del llanto. creo que son más sanas estas prácticas que los espectáculos públicos o escenas de celos y menos fuertes que los ::delete:: de mensajes y carpetas.

ante todo la paz y el respeto por el otro, aunque en secreto hayamos tratado de borrar todo rastro tangible que nos dejó, como venganza.