.:mi nariz:.

una de las armas que hizo que bajara la guardia fue tu olor.

pero no tu perfume de la primera noche que salimos,
que se mezcló con el cigarrillo y el humo del lugar.
tampoco fue tu perfume de la segunda vez,
que aunque me enloqueció, las murallas aún no cedían.

en realidad, fue tu olor pegado a la camiseta y a la almohada la primera vez que dormimos juntos, que nos abrazamos. esa vez que el sueño nos invadió y así con nuestras ropas decidimos caer en la fantasía de tenernos ese instante sin importar el resto del mundo, ni el tiempo.

aún recuerdo tu olor y mi piel se eriza, sos una huella olfativa que va desde mi nariz a mi corazón.

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