conspicuo

¿qué hacemos cuando alguien está detrás de nosotros o nosotros detrás de alguien y de pronto, de la nada, de repente, aparece un tercero en la pista con intereses en lo que queremos?


empieza una competencia por el corazón de la doncella o del príncipe, ¿cuál lo ganará? No se sabe, los corazones son caprichosos, pero seguramente el que tenga más armas, más ingenioso, más detallista, el más importante o relevante en la vida del otro…. o tal vez no tengamos que hacer nada e igual se gane.


¿competir o no competir esa es la pregunta?


para competir hay que tener instinto y sobre todo mucha motivación, sino mejor no iniciar nada. pero y si no nos gusta apostar, porque no nos gusta perder o pensamos que llevamos las de perder desde el principio, entonces mejor nos quitamos del medio y nos retiramos de la carrera, no ganamos, no perdemos, pero tenemos nuestro corazón menos lastimado.


sabemos lo que valemos pero no vamos a ponernos a competir, somos conspicuos y/o cobardes y no necesitamos probárselo a nadie.

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