vendiendo patria

vendí mi patria, alquilé mi mente y regateé mi corazón, por un pequeño rato con un amor imposible y unas migajas de abrazos.


perdí el momento de saltar, de gritar, de cantar y abrazar la victoria junto a todas y todos mis hermanos.


no me juzguen señoras y señores, la culpa fue totalmente mía, no del otro, porque no es excusa, pero en la guerra y en el amor todo se vale, aunque creo que no todo tiene perdón.

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