my sweet september!!!!

septiembre me trae recuerdos tuyos
tu sonrisa, tu timbre de voz,
tu mirada, tu pelo despeinado,
mis fantasías, mis anhelos
mis sueños, mis primeros enojos,
mis primeras rabietas, mis primeras lágrimas,
mis primeras canciones, mis primeros besos guardados.

hoy he vuelto a revivirte
te vi con tu uniforme celeste,
tus zapatos negros con las cintas desamarradas,
con tu uniforme del River Plate
jugando fútbol con tus amigos de la colonia.

de nuevo me escabullí en tu aula,
a la hora de Educación Cristiana
solo para verte y saberte en algún lado.

te soñé como en esa pesadilla
donde despertaba en medio de mi madre
y al otro lado vos, abrazándome
–realmente desperté asustado-.

sentí nostalgia de ese amor puro
donde ni siquiera había un beso en mi imaginación
donde solo caminábamos en algún lado
pero juntos, a la par.

viajé al pasaje, a ese día que íbamos al laboratorio,
abriste la puerta, me detuve y a contra luz
te quité una basura de tu cabello y
sentí que el tiempo dejó de correr por un rato.

otra vez tus amigos me preguntaron adónde estabas
como si yo supiera, pero es en que realidad sí sabía,
entonces siempre contestaba y acertaba. [n_n]

volviste a verme con esa mirada penetrante
de odio y rabia por esos meses que no hablamos.
volví a redactar una carta anónima de perdón
que llegó por miles de manos hasta vos.
y de nuevo nos contentamos con un movimiento
de cabeza en la esquina y todo como si nada.

recordé tus conquistas no intencionadas,
porque nunca buscaste, simplemente
eras tú y tu encanto que atrapaban y
me daba un doble celo a tal punto
que quise explotar tus globos con tu consentimiento.

me perdí de nuevo en tu mirada,
-aunque no puedo decir el color de tus ojos,
nunca lo supe y no me importó-,
en tu cabello negro y en tu piel blanca,
en tus manos cuando me tomaste por la cintura
para quitarme la pelota y subí hasta la luna.

lloré en la cama de mi hermana
para confesarle mi amor por vos,
me subí de nuevo al cielo
y bajé al infierno.

Y tropecé con vos en los rincones de mi memoria,
en los pasillos de la universidad,
en los almuerzos del Mister Donuts
y me temblaron las piernas y me sentí desfallecer,
se me subió la presión y arrastré las palabras
y te amé de nuevo y fuiste el indicado
como en un cuento de 50 y tantas páginas
entregado el 9 del 9 de 1999.

y me biloque dos veces y te amé el doble
en esos breves instantes.

al final te esperé en mi teatro de cámara
a mis 13 horas para verte bajar de la 13
y caminar juntos unos momentos
con las mochilas en la espalda
tan lejos y tan cerca
y mi corazón te gritó: “tengo algo que decirte”
tu mirada se clavó como cada día en mí
Y preguntaste: “el que”.
entonces mi razón y el temor callaron el grito
y respondieron: “ya se me olvidó”.

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